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miércoles, 12 de octubre de 2016

El día después


Los que me conocen saben que escribo con frecuencia sobre situaciones de la vida. Que me dolió Candela Rodriguez, también Ángeles Rawson, Melina, Néstor, Luz Milagro, que escribo cuando un borracho al volante pretende ser tratado con humanidad, la misma que robó a sus víctimas con su falta de criterio y su irresponsabilidad. Los que me conocen saben que soy más severa conmigo de lo que soy con el resto y que soy humana ante todo.

La verdad es que escribí un post en mi blog pedorro en el que voy desde un amor imposible a Messi pasando por los Panama Papers y las joyas de Cristina. El post no lleva en el título el nombre de la marcha de Rosario porque no hablo de ella y quise respetarla de mi crítica que no es más que la opinión de una mujer cualquiera.

El post comienza con un "nadie te dice..." y celebro que sean más los que la entendieron que los que no, pero para aliviar susceptibilidades (que no quise lastimar a menos que quien lea esto se divierta incendiando, rompiendo todo a su paso) explico, con pena de tener que hacerlo, que mi publicación intentó ser una invitación a dejar de ver en el "otro" al responsable de lo que yo decido o dejo de decidir por mi sensibilidad a la visión ajena.

Me han tratado de y me han preguntado muchas veces si era "torta" por estar siempre sola, me han dicho "marimacho", me han dicho también gorda y cuando no estuve de acuerdo me trataron de "pendeja". Me dijeron que se me iba a pasar el tren, que ya estoy grande para boludear con la música, que mi opinión no vale porque soy del conurbano y muchas cosas más.

Un poco en chiste, un poco seriamente, todas las opiniones me dolieron un poco o me provocaron "mirarme" y alguna vez, hasta cuestionarme. Pero fueron dos segundos! Porque me educaron con esta frase en la cabeza "Nunca hagas nada que no quieras hacer".

Por eso, cuando a los 17 años me trató de lesbiana un compañero (hoy amigo), me puse triste y pensé ¿cómo convencerlo de que no lo soy? la salida era simple, podía salir y chapar con cualquier pibe en un boliche y eso le alcanzaría... LISTO! ya estaba la solución! Pero 2 segundos después dije "¿por qué le tengo que demostrar al resto algo?" "¿quién me obliga?" Nadie. Y no me olvidé más de eso.

Desde ese momento, me abracé a la idea de mi crianza "NUNCA HAGAS NADA QUE NO QUIERAS HACER" y empecé a sonreír cuando me decían "vos qué sabés, pendeja?" o cuando llegaba a una entrevista de trabajo y aparecía una chica super linda, alta y delgada y mi cerebro me boicoteaba con un "la van a contratar a ella porque es re linda" y para mi sorpresa mi teléfono sonaba a las dos horas para decirme "empezás el lunes". Cuando un flaco se animó a agarrarme del cuello le demostré sin violencia que yo no era inferior, que yo lo respetaba y que merecía lo mismo porque me importa poco qué tiene cada uno entre las piernas. Cuando un médico se creyó que porque yo era recepcionista él podía tratarme como una esclava y acosarme, fui y le hablé muy claramente y no me molestó más.

En muchos de los comentarios en respuesta a lo que escribí, recibí la aprobación de quienes supieron entender mi observación y mi opinión y muchos de los detractores intentaron aportar su visión sin la necesidad de descalificarme... otros, por supuesto, no encontraron manera de desacreditar mi opinión sin atacar mi persona, mi cuerpo, mi lugar de procedencia o mi falta de libro. Saben algo? No me importan las agresiones porque cuando escribo lo hago con el corazón. Jamás pensé que iba a agradarle a todo el mundo, por supuesto y sí creí que muchos no lo iban a entender y no me equivoqué.

Yo fui "boluda" por dar clases particulares cobrando $1 la hora a los nenes del barrio y por darle clases gratis a otros y me importó nada la opinión ajena.

Yo fui frígida por dar mi primer beso a los 21 años y me importó nada la opinión ajena.

Yo fui tonta por no codearme con gente conveniente y me importó nada la opinión ajena.

Yo fui aburrida por no haberme emborrachado nunca y me sigue importando nada la opinión ajena.

Yo fui marimacho por usar camiseta de fútbol, por levantar ladrillos, por arreglar desde un inodoro hasta una bicicleta y me importa nada la opinión ajena.

Yo fui floja cuando lloré con una película.

Yo fui una calentona cuando dije que me casaría con un cantante.

Yo fui una idiota cuando me fui de un trabajo sin hacer quilombo.

Yo fui poco viva cuando devolví un vuelto de más.

Yo fui "de manual" cuando dije que quería casarme y años atrás fui loca por no casarme.

Si alguien lee esto y cree que no sufrí ni sufro cuestionamientos, está equivocado, pero no me puede afectar.

Voy a seguir pensando que la violencia no es un lenguaje válido.

El patriarcado, el sistema, la dominación, el sometimiento, la opresión son sistemas que no podemos extirpar de la sociedad desde la barbarie. Por ahí un jovencito decía "si no es así, no se logra nada" y hoy apareció una chica descuartizada. Evidentemente, estas formas propuestas o impuestas, tampoco impidieron esta muerte.

Con todo respeto, pienso que hay dos o tres cerebros de fondo fomentando esto y mirándolas accionar el plan como un científico mira a una ratita después de inyectarle "su ciencia".

Si alguien no lo había entendido, esto intenta hacerlo.

A vos, piba, pibe... no dejes que nadie modifique tu naturaleza, desarrollá tu sentido crítico y no te conviertas en carne de cañón de ideas ajenas. No uses nunca a los débiles para justificar tu causa, si vas a hablar de ellos, que sea cara a cara en un comedor, si vas a defender sus libertades que sea sembrando posibilidades. Si querés saber lo que es la igualdad, practicala para mejorar la vida de los de abajo y no arruinando la existencia de los de arriba, se gasta mucha energía en lo segundo y lo primero nos necesita enteros.

Tengo una prima trans, tengo amigos y amigas gays, he sufrido violencia y acoso en primera persona, conozco mujeres que abortaron en la clandestinidad, no creo que nada de esto los represente. Si se me permite, les recomiendo estudiar la vida de Gandhi. Un nacido en la India mientras ésta era colonia británica, fue a Gran Bretaña y estudió leyes, volvió a su país y con las mismas herramientas que adquirió en el más alto colonialista de aquellos tiempos (Gran Bretaña), liberó a su pueblo (India) del abuso y los atropellos de una nación que jamás los respetó y los pisoteó. 
No usó ni una sola arma, los arrodilló sin violencia y los envenenó con la inteligencia de los que verdaderamente han revolucionado al mundo. 
Sé el cambio que quieres ver en el mundo. 

Mohandas Karamchand Gandhi (1869 - 1948)

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